Contaminación
por la industria petrolera
La
contaminación por petróleo se produce por su liberación accidental o
intencionada en el ambiente, provocando
efectos adversos sobre el hombre o sobre el medio, directa o indirectamente.
La
contaminación involucra todas las operaciones relacionadas con la explotación y
transporte de hidrocarburos, que conducen inevitablemente al deterioro gradual
del ambiente. Afecta en forma directa al suelo, agua, aire, y a la fauna y la
flora.
Efectos sobre
el suelo: las zonas ocupadas por pozos, baterías, playas de maniobra, piletas
de purga, ductos y red caminera comprometen una gran superficie del terreno que
resulta degradada.
Esto se debe
al desmalezado y alisado del terreno y al desplazamiento y operación de equipos
pesados. Por otro lado los derrames de petróleo y los desechos producen una
alteración del sustrato original en que se implantan las especies vegetales
dejando suelos inutilizables durante años.
Efectos
sobre el agua: en las aguas superficiales el vertido de petróleo u otros
desechos produce disminución del contenido de oxígeno, aporte de sólidos y de
sustancias orgánicas e inorgánicas.
En el caso
de las aguas subterráneas, el mayor deterioro se manifiesta en un aumento de la
salinidad, por contaminación de las napas con el agua de producción de petróleo
de alto contenido salino.
Efectos
sobre el aire: por lo general, conjuntamente con el petróleo producido se
encuentra gas natural. La captación del gas está determinada por la relación
gas/petróleo, si este valor es alto, el gas es captado y si es bajo, es
venteado y/o quemado por medio de antorchas.
El gas
natural está formado por hidrocarburos livianos y puede contener dióxido de
carbono, monóxido de carbono y ácido sulfhídrico. Si el gas producido contiene
estos gases, se quema. Si el gas
producido es dióxido de carbono, se lo ventea. Si bien existen
reglamentaciones, el venteo y la quema de gases contaminan extensas zonas en la
dirección de los vientos.
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